Directora de Casa de la Mujer: El trasfondo de los Feminicidios

No es cuestión de celos, sino de poder

 

“Cuando la mujer dice ‘basta’, el machista siente que pierde espacio y trata de recuperarlo”.

El feminicidio es la expresión máxima de una relación abismalmente desigual entre un hombre y una mujer, que se da cuando hay una relación de jerarquía, de poder, en que alguien manda y otro obedece.

Cuando esa obediencia se rompe, porque la mujer se cansó de esa posición de sumisión, hay una situación de reacción inmediata y vemos al feminicidio como resultado de la ruptura de esa situación jerárquica autoritaria. Cuando la mujer dice ‘basta’, ‘suficiente’, ‘hasta aquí llegamos’, el poder patriarca, machista, del varón siente que está perdiendo espacio y quiere recuperarlo.

No es una cuestión de amor o celos por la que se llega a asesinar a una mujer. Va más allá de la afectividad que el hombre dice tener, es una cuestión política que hace que la mujer que quiere romper ese cordón de dependencia sea castigada de la peor manera. No hay forma más humillante de demostrar un poder sobre otra persona que someterla a ultrajes.

Es una actitud de venganza, no de celos o cosa de borrachos, tenemos que tener la capacidad crítica de ver eso.

El incremento de casos de violencia, feminicidios y trata y tráfico de personas podemos interpretarlo, por una parte, como el cansancio de la mujer de ser oveja fiel y darse cuenta de que tiene la capacidad transformadora que le exige la realidad y empoderarse de su propia vida y decisiones.

También hay otra serie de elementos y factores, como la cultura y la mentalidad cavernaria de algunos hombres. Por eso debemos pensar, tanto las autoridades como la sociedad civil, en nuestros comportamientos que son parte de una cultura, y preguntarnos qué clase de hombres y mujeres estamos formando.