¿Cuál es la línea que separa el autoritarismo del delito?
Al parecer la policía la desconoce, el día de ayer una simple confusión de un distribuidor de comida puerta a puerta (delivery), quien asustado ante los ladridos de una mascota que ocasionalmente salió de su vivienda, ubicada en la zona La Colorada, barrio 26 de abril, calle Viva Santa Cruz; llamó a la policía al ver al propietario de la mascota salir con una cadena en su mano. Los uniformados se presentaron inmediatamente en el lugar, disparando toda su prepotencia: golpearon con su laque al propietario de la mascota; golpes observados por su hijo quien sale en defensa de su padre.
Ante la reacción del hijo, la policía respondió con una violencia propia de quienes se creen “dueños” de la ciudad, insultó al joven con una serie de descalificativos, insistiéndole que salga a la calle, enseguida intervino la madre en su defensa y la policía vociferó contra la señora, acosándola para que ella también saliera a la calle, obviamente el propósito era cargarse a la señora, al hijo y a toda la familia, privándoles de su libertad, como forma de disciplinamiento para que no reclamen sus derechos.
Policías, ciertamente estamos en tiempos de cuarentena pero eso no significa silenciamiento, tampoco les da el derecho a acallar y golpear a la gente. Las, los, les ciudadanxs tienen el legítimo derecho a la réplica y a la defensa, por su parte, ustedes están obligados a cumplir y defender la CPE, así como la propia Ley Orgánica de la Policía.
La CPE en su Art. 252 señala que, la Policía tiene la misión específica de la defensa de la sociedad y la conservación del orden público, no delibera, ni participa en acción política partidaria. Así mismo, la Ley Orgánica de la Policía establece como su MISIÓN fundamental, la defensa de la sociedad y la garantía del cumplimiento de las leyes para hacer posible que las y los habitantes y la sociedad se desarrollen a plenitud, en un clima de paz y tranquilidad. Sin embargo, sus acciones dicen todo lo contrario, es sabido y visto que donde llegan, amedrentan, insultan, impiden la expresión libre, criminalizan la protesta y detienen a las personas. Una autoridad impuesta mediante la fuerza.
Cuando el servicio policial transgrede los límites del deber y se convierte en autoritarismo, deja de ser una prevención a la violencia para ser en sí mismo una violencia, que vulnera los derechos y garantías constitucionales de las personas. Lo sucedido con nuestro compañero y su familia es una muestra de agresividad antes que, de protección y seguridad ciudadana.
Nosotras que conocemos la negligencia policial cuando una mujer en situación de violencia les pide auxilio y nunca llegan, no nos cansaremos de hacer una vigilancia ciudadana comprometida con los derechos y denunciaremos cada acto violatorio a la CPE, a los derechos humanos y a las leyes que los protegen, seguiremos exigiendo una institución policial transparente, que brinde servicios oportunos, imparciales y de calidad.
Expresamos nuestra solidaridad con nuestro compañero jóven de 20 años de edad, activista por los derechos humanos de la poblacion de las diversidades sexuales y genéricas, Denilson y su familia.
Mayo - 2020
Casa de la Mujer